La esencia de “lo humano” es la imperfección. Sí los seres humanos fuéramos perfectos…tendríamos alas y seríamos ángeles. La naturaleza humana es la imperfección y vivimos sujetos a las poderosas fuerzas que arrastran a la materia al abismo de la estupidez.
Por consiguiente el mundo es imperfecto. Un inmenso caldero donde el fuego libera el Espíritu de la materia. El mundo sí fuera perfecto…sería el paraíso.
De modo que la razón de Ser y Estar aquí es la de APRENDER Y TRASCENDER. La materia es solo un espejismo, el “medio” con el cual el Espíritu se decanta y trasciende.
La vida, como decían nuestros Viejos Abuelos Toltecas, es la oportunidad para luchar por formar un “rostro propio y un corazón verdadero”. El mundo es un desafío y la vida un gran oportunidad.
El don más importante que “Aquél por quien se vive” nos dio, es el de DECIDIR. A través de la Conciencia y la Voluntad, los guerreros de la muerte florecida DECIDEN, EL QUÉ HACER CON SUS VIDAS.
Por consiguiente el mundo es imperfecto. Un inmenso caldero donde el fuego libera el Espíritu de la materia. El mundo sí fuera perfecto…sería el paraíso.
De modo que la razón de Ser y Estar aquí es la de APRENDER Y TRASCENDER. La materia es solo un espejismo, el “medio” con el cual el Espíritu se decanta y trasciende.
La vida, como decían nuestros Viejos Abuelos Toltecas, es la oportunidad para luchar por formar un “rostro propio y un corazón verdadero”. El mundo es un desafío y la vida un gran oportunidad.
El don más importante que “Aquél por quien se vive” nos dio, es el de DECIDIR. A través de la Conciencia y la Voluntad, los guerreros de la muerte florecida DECIDEN, EL QUÉ HACER CON SUS VIDAS.
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